Un grupo de turistas que visitaba el mirador de la Torre Willis, en Chicago, se llevó un buen susto cuando el suelo de cristal del mirador Skydeck de la torre, a 412 metros de altura sobre la calle, se quebró bajo sus pies. Afortunadamente, el cristal se rompió de la manera en que sus creadores habían previsto que lo hiciera y nadie resultó herido.
El mirador de la Torre Willis está confeccionado a partir de placas de cristal laminado de 12 milímetros de espesor. El suelo del habitáculo está compuesto de tres de estas láminas. Se trata de cristal de seguridad entre cuyas capas de cristal hay capas de otros materiales transparentes como el butiral de polivinilo. Este compuesto se encarga de mantener los fragmentos de cristal en su sitio incluso aunque se rompa.
Fuentes de la Torre Willis han indicado, además, que solo se ha roto la más interior de las tres láminas que forman el suelo del mirador, que es precisamente la que está pensada para romperse de esa manera en caso de accidente y no afecta para nada a la seguridad estructural del habitáculo. Con todo, y habida cuenta del ruido que hace un cristal de seguridad al romperse, el ritmo cardíaco de los turistas que frecuentaban el mirador en ese momento tuvo que sufrir un pico considerable. [vía NBC y Chicago Sun-Times]
Foto: Scott Olson/Getty