Una de las causas más frecuentes de lesiones en peatones atropellados tiene que ver con el impacto de sus cabezas contra el parabrisas del automóvil que los arrolla. El morro del coche impacta contra sus piernas arrojándoles contra el capó y finalizando la cosa con un golpe contra el cristal. Volvo, una de las marcas de coches que tradicionalmente más se relaciona con la seguridad, tanto activa como pasiva, da un importante paso tratando de garantizar además la integridad no ya de sus ocupantes sino de los viandantes. ¿Cómo? Incorporando un nuevo tipo de airbag que protege de estos impactos contra el parabrisas desde la parte exterior del mismo.
El modelo V40 será el primero de la casa sueca en recibir este nuevo aditamento de seguridad que podría salvar la vida de los peatones en caso de atropello.
En primer lugar el nuevo Sistema de Detección de Peatones funciona con una combinación del radar que monta en la parrilla frontal y una videocámara que detecta y reconoce la presencia de una persona en la ruta del automóvil. Además es capaz de calcular si el rumbo de ambos tiene posibilidades de terminar en colisión.
En ese caso se emite una alarma audible por el conductor para que pueda evitar el atropello, pero si no hay tiempo suficiente para esta reacción el vehículo comienza a frenar de manera automática.
Lamentablemente en algunas ocasiones ni siquiera hay tiempo para que entren en acción estos sistemas preventivos y es el momento de tratar de minimizar las consecuencias del impacto. En este caso se hace mediante la incorporación de unos airbags externos a lo largo de la parte inferior del parabrisas. Los sensores situados en el parachoques detectan el impacto contra las piernas del peatón y se activan proporcionando un alivio al choque.
A partir de ahí hay que tener en cuenta que la velocidad del automóvil puede tener distintas consecuencias sobre la gravedad del resultado del atropello pero al menos se reduce la gravedad del mismo.