Resomator: la máquina que convierte cuerpos humanos en líquido [Veredicto: con batidos humanos, ríete del Soylent Green]

Cuando uno piensa qué será el día de mañana siempre se equivoca. Porque siempre reflexionas sobre tu futuro profesional, familiar… pero nu...


Cuando uno piensa qué será el día de mañana siempre se equivoca.
Porque siempre reflexionas sobre tu futuro profesional, familiar… pero nunca caes en lo obvio. El día de mañana básicamente serás huesos o cenizas según optes por ser enterrado o incinerado. No es una decisión para tomársela demasiado a la ligera porque será la forma en la que más tiempo estés materialmente sobre este planeta. Pero ¿qué sucede con el resto de tu cuerpo, la parte no ósea?
Ahora ha surgido una tercera opción, y es pasar a la posteridad convertido en líquido. Todo gracias a Resomator, esta curiosa máquina que convierte un cuerpo humano (previamente fallecido, se entiende) en líquido. Y aún hay más.
Como si se tratase de una receta de Arguiñano, en este utensilio vamos a proceder a introducir un cuerpo humano desprovisto ya de vida (es lo mejor para ahorrarte engorrosos problemas legales) y una solución de agua y de hidróxido de potasio.
Como si se tratase de una olla a presión, en su interior se alcanzan las 10 atmósferas y 180º de temperatura. En función del tamaño del cuerpo pasadas entre 2:30 y 3 horas y tras un proceso llamado hidrólisis alcalina todos los tejidos corporales (excepto los huesos) se disuelven. La parte positiva es que es un método mucho menos contaminante y mucho más ecológico que la cremación, al no producir resíduos tóxicos y necesitar menos energía.

Posteriormente a esta licuefacción de los tejidos los huesos restantes, que quedarían mondos y lirondos, ya se pueden meter en un féretro, en una cajica de tamaño más reducido o proceder a triturarse en un proceso también menos contaminante y más ecológico que la cremación si es que algún familiar quiere hacerse un reloj de arena con tus cenizas. Aquí podéis ver un ilustrativo vídeo.
Una cuarta alternativa para la eliminación de los restos mortales podría ser la ultracongelación que practica la bióloga sueca Susanne Wiigh-Masak, consistente en congelar el cadáver con nitrógeno líquido, posteriormente se le somete a vibraciones hasta que se descompone en minúsculos fragmentos que son desecados, filtrados y refinados hasta convertirse en un compost que se almacena en un ataúd biodegradable.

You Might Also Like

0 comentarios

Flickr Images