Pues sí, le han vuelto a dar donde más duele a Sony. Nuevamente su base de datos ha sido chuleada, esta vez con un ataque menos sofisticado y desfasado que un troncomóvil del plan renove.

Una inyección SQL por parte de un grupo de hackers LulzSec, que además avisó. ¿Son todos estos ataques el principio de una retahíla de palos o la guinda para que Sony se de cuenta de lo que les va a suponer su batalla legal?

El caso es que este ataque es diferente al anterior ya que ha sido mucho más simple, tiene autores confesos y además ha ido ya a mala leche, porque los datos obtenidos esta vez si que han sido publicados parcialmente.

Los datos de más de un millón de cuentas de Sony Pictures han sido robadas, pero además en un archivo rar disponible para descargar se encuentrar los datos personales de 12.500 clientes, 39.600 logins con contraseña, 87.000 cupones de Sony Music y la base de datos administrativa completa de Sony BMG Bélgica.

Aunque los atacantes justifican la publicación de datos por lo vergonzosamente fácil que ha sido obtenerlos y que no estén encriptados, lo cierto es que publicarlo vale que han puesto a Sony en una posición comprometida, pero en sí no hace más que fastidiar a los clientes inocentes.

Para explicar el grado de chuleamiento que está sufriendo Sony qué mejor que tirar del refranero español: al que a buen abogado se arrima, buen hackeo le cobija y es que por supuesto por mucho demandar te hackean más temprano.